Actividades en familia por el Valle del Aragón
Bosques, cuevas, dólmenes, tirolinas y pueblos de piedra: el Valle del Aragón es uno de los destinos más completos del Pirineo Aragonés para disfrutar en familia. A lo largo del río Aragón, desde Castiello de Jaca hasta Candanchú, este valle combina historia, naturaleza y actividades al aire libre pensadas para todas las edades.
Estamos en Villanúa, a los pies del macizo de Collarada. Este pequeño pueblo pirenaico, a menos de 20 minutos de Jaca, se ha convertido en un auténtico punto de encuentro para quienes buscan naturaleza y descanso sin renunciar a la comodidad. Desde aquí, el valle asciende hacia Canfranc, Candanchú y Astún, dibujando un recorrido lleno de rincones mágicos.
La Cueva de las Güixas y el Centro Subterránea
La Cueva de las Güixas, bajo la imponente Peña Collarada, es uno de los lugares más emblemáticos del valle. Un recorrido guiado de unos 45 minutos permite adentrarse en el interior de la montaña y descubrir un paisaje de estalactitas, ríos subterráneos y leyendas de brujas que fascinan a pequeños y mayores.

Junto a la entrada se encuentra el Centro Subterránea, donde se puede conocer la historia geológica del entorno, la fauna que habita bajo tierra y los orígenes del valle. Una visita ideal para combinar aprendizaje y aventura.
Ecoparque El Juncaral: naturaleza y diversión
A orillas del río Aragón, el Ecoparque El Juncaral ofrece un espacio de ocio al aire libre con circuitos de tirolinas, puentes tibetanos y juegos en los árboles adaptados a distintas edades. El parque cuenta también con alquiler de bicicletas, canoas y zonas de picnic entre pinares, perfectas para pasar el día en familia.

Durante el verano, Villanúa celebra la Semana de la Prehistoria, con talleres, rutas teatralizadas y demostraciones de arqueología experimental: una oportunidad divertida para que los niños viajen al pasado y aprendan cómo vivían los primeros habitantes del Pirineo.
Paseos con burro - Burrotrecking
El día que un burro nos enseñó a caminar más despacio.
Estás en pleno Pirineo Aragonés. Aire puro, silencio... y un burro que te mira como si supiera algo que tú aún no. Se llama Mesache, y su paso lento cambia la forma en la que vives el camino.
Pasear con él no es una actividad, es una experiencia. Anda a 3 o 4 km/h, lo justo para que empieces a mirar lo que siempre habías pasado por alto. Los niños lo adoran: le llevan del ramal, le cuidan, y si se cansan, pueden subirse sobre él con la ayuda de un adulto.

Mesache carga hasta 40 kilos de equipaje y antes de partir, su cuidador enseña a cepillarle, revisar sus patas y colocar bien las mochilas. Aquí no se trata de usar al animal, sino de cuidarlo y compartir el trayecto.
Y eso lo cambia todo. Porque no solo avanzas por senderos, avanzas hacia una forma más humana de viajar. Una que conecta con lo esencial, lo sencillo... y lo inolvidable.
Rutas y senderos para todos los niveles
Villanúa cuenta con una red de senderos perfectamente señalizada, con opciones que van desde suaves paseos hasta rutas de montaña más exigentes:
- Ruta del Barranco de los Meses: un recorrido circular de unos 6 km que parte del casco urbano y asciende suavemente entre hayedos y praderas hasta enlazar con el camino hacia Gabardito. Ideal para hacer en familia.
- Camino de Santiago – Tramo Villanúa-Canfranc: el Camino Francés atraviesa todo el valle y es uno de los senderos más bonitos para caminar con niños. El tramo entre Villanúa y Canfranc sigue senderos junto al río Aragón y atraviesa bosques y antiguos puentes de piedra.

- Ruta del Dolmen de las Güixas: muy cerca de la cueva se encuentra este monumento megalítico, testimonio de los primeros pobladores del valle. La ruta es corta y sencilla, y se puede combinar con un paseo por el casco antiguo o una visita a los parques infantiles de Villanúa.
La Estación Internacional de Canfranc
A pocos kilómetros de Villanúa se levanta la Estación Internacional de Canfranc, uno de los edificios más sorprendentes del Pirineo. Inaugurada en 1928, su historia está llena de episodios fascinantes, desde espías y contrabando hasta rescates durante la Segunda Guerra Mundial. Las visitas guiadas permiten recorrer su monumental vestíbulo y andenes, y para los más pequeños hay versiones adaptadas que combinan historia y curiosidades.

Justo enfrente, el Centro A Lurte ofrece una exposición interactiva sobre la nieve y los aludes, donde los niños pueden aprender jugando.
Astún en verano: ibones y telesilla panorámico
Durante los meses de verano, la estación de Astún abre el telesilla Truchas, que asciende hasta los 2.000 metros de altitud y ofrece acceso a rutas sencillas hacia los ibones de Truchas y Escalar. Un paseo de montaña cómodo y espectacular, perfecto para descubrir los paisajes de alta montaña sin grandes desniveles.

Pueblos con encanto y gastronomía local
En el valle, cada pueblo tiene su propio carácter. Castiello de Jaca, con sus calles empedradas y su iglesia románica; Canfranc Pueblo, más recogido y con un entorno natural privilegiado; o el propio Villanúa, con ambiente familiar y terrazas animadas en verano, son perfectos para pasear sin prisa.

En todos ellos se pueden probar los sabores de la montaña: migas, truchas, guisos y quesos artesanos. En Villanúa, algunos fines de semana se celebra el Mercado de los Oficios, donde productores locales ofrecen miel, embutidos y artesanía del valle.
Tres excursiones para disfrutar del verano
- Ibón de Estanés: ruta de media montaña que parte desde Candanchú, con praderas, cascadas y un espectacular lago en la frontera con Francia.
- Cascada de las Negras (Canfranc Estación): paseo corto hasta una impresionante cascada escondida entre bosques.

- Refugio de Gabardito: desde Villanúa o desde la pista de acceso, ofrece rutas suaves, vistas al Bisaurín y un refugio con terraza donde reponer fuerzas.
El Valle del Aragón es un destino para disfrutar sin prisa: caminar, descubrir y compartir tiempo en familia rodeados de naturaleza y autenticidad. Entre bosques, cuevas y montañas, cada día ofrece una nueva forma de conectar con la vida en el Pirineo.